Una lucha más
La nuestra, la lucha de los EIR por frenar la precariedad laboral y
formativa de nuestro colectivo, es una lucha más. Una lucha como tantas otras
que estamos viendo en los últimos meses: la lucha de los estudiantes, la lucha
de los profesores y el mundo de la educación, la lucha del sector social, la
lucha de los funcionarios, la de los inmigrantes, la de los desahucios, la de
los pensionistas, la de los ERES...
Hay quien puede pensar que nuestra lucha está aislada, desconectada del
resto. Sin embargo, basta mirar más allá de las peculiaridades de cada
colectivo, de cada grupo humano que protesta en estos días para descubrir que
en el fondo no son más que distintas expresiones de una misma lucha. Es la
lucha del ciudadano que se enfrenta, se rebela contra el gobernante. Una lucha
tan antigua como la propia Humanidad, con nuevos actores, nuevos escenarios,
nuevos métodos, pero siempre la misma lucha.
Hay quien dice que estas luchas sectoriales nos debilitan. Puede que sea
así, que debiéramos unirnos a otros sectores para organizar la lucha, puede que
esto ocurra tarde o temprano. Sin embargo, la ausencia de esta organización
intersectorial no nos exime de luchar. Mientras no tengamos un Ejército de
Ciudadanos que haga frente a la clase gobernante, debemos enfrentarnos a los
que nos gobiernan en los espacios en los que los ciudadanos nos sintamos
empoderados, en nuestro caso en la trinchera de la Sanidad. Se trata de una
guerra de guerrillas, la única opción cuando la guerra es asimétrica, porque
aquel a quien nos enfrentamos nos gana en fuerza.
Por tanto, cuando salgamos a manifestarnos, lo haremos como ciudadanos que
ejercen la Sanidad -que es lo que nos corresponde defender- sabiendo que otros
ciudadanos hacen lo propio en otras trincheras y sabiendo que todos luchamos
por lo mismo. Una acción local con un pensamiento global.
De: eirandalucia.blogspot.com
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