CARTA DE UN RESIDENTE

Historia de un engaño

Compañeros, soy un EIR de un hospital cualquiera de Andalucía y os escribo esta carta para deciros que me siento engañado. El por qué me siento así es difícil de explicar, creo que es la suma de muchos pequeños factores que hacen que me sienta defraudado con la política del SAS.

Engañado porque pensé que por fin en el hospital aprendería lo necesario para ser un gran especialista y pondría en práctica todo lo que había aprendido, siendo reconocido por pacientes, compañeros, jefe y administración y recompensado por todo el esfuerzo empleado durante toda mi vida. Sin embargo la realidad era claramente otra: lo que la administración quiere no es personal altamente cualificado que atienda a la población apropiadamente, quiere a esclavos del sistema que gasten poco, trabajen rápido y contenten a la población diciéndoles lo que quieren oír. Si no cumples con eso, da igual lo bueno que seas.

Siempre creí que la informática permitiría mejorar las cosas: intercomunicar hospitales, disminuir tiempos de espera, facilitar los procesos asistenciales, evitar pérdidas de historias… a fin de cuenta, ayudar al médico y al paciente. Sin embargo creo que no soy el único que opina que el SAS usa la informática para aumentar el control de su personal y los pacientes. Mientras ellos se llenan la boca con programas como el DIRAYA, la RECETA21 o el portalEIR, nosotros nos vemos día tras día más maniatados con los mismos problemas de siempre (pérdidas de historias, errores de comunicación informática, incremento del tiempo de las consultas por exceso de burocracia informática) pero dejando grabado el material necesario para que ellos hagan sus estadísticas. Ése no debería ser el objetivo de la informática médica.

Elegí esta carrera porque pensaba que podría realizarme investigando y trabajando en lo que me gustaba. Sin embargo, al poco tiempo de empezar perdí la ilusión en investigar, ya que no era reconocido, no tenía medios y tenía que hacerlo por la tarde en mi casa. Ahora tampoco creo que pueda trabajar una vez que acabe la especialidad, ya que no contratan a nadie y el exceso de trabajo es asumido por los residentes.

¿Ésta es la sanidad pública que queremos?

¿MANO DE OBRA BARATA?