Andalucía
Los médicos no firmarán nuevos objetivos hasta cobrar los de 2011
Ponen como condición cobrar el plus de productividad de 2011 y rechazan los recortes salariales
Día 20/06/2012 - 07.30h
Los impagos de los pluses de productividad de 2011 y los recortes salariales aprobados ayer por el Gobierno andaluz han llevado a numerosos médicos de los hospitales sevillanos Virgen del Rocío y Virgen Macarena, así como a facultativos de centros de salud, a rechazar la firma de objetivos para el año 2012, según confirmaron a ABC fuentes de CSIF y del Sindicato Médico Andaluz. Los pluses de productividad de 2011, equivalente a algo más de una paga mensual, tendrían que haberse cobrado a final de mayo, pero la Junta comunicó que los pagará en cómodos plazos de julio a diciembre por falta de liquidez.
La negativa de los médicos a firmar los objetivos para 2012 está provocando cierto revuelo en los centros hospitalarios, lo que ha llevado a la dirección médica del centro Virgen Macarena a llamar uno a uno a los profesionales que se han sumado a esa medida. Incluso, el gerente de ese hospital se ha reunido con los cargos intermedios para abordar el asunto. Esta nueva medida de presión, a la que no se ha sumado el servicio de Urgencias del Hospital Virgen Macarena, se ha producido después de conocer que la Junta de Andalucía ha decidido aplazar el pago de los objetivos de 2011 en seis meses y las dudas cada vez más fuertes de que vayan a cobrarlos.
No sólo los médicos de hospitales estarían llevando a cabo esta medida de presión. También en los centros de salud se habría recurrido a esa iniciativa como medida de presión ante la rebaja de sueldo y la sospecha de que tardarán en cobrar los objetivos ya conseguidos
La firma de esos compromisos con los diferentes directores de las unidades de Gestión Clínica supone un compromiso diferente según las especialidades. En unos casos, los objetivos suponen el compromiso de realizar trámites administrativos que nada tienen que ver con la tarea asistencial, pero que permiten llevar registros y estadísticas a la Administración.
En otros casos, los objetivos están ligados a una menor derivación de enfermos a especialistas, recetas de medicamentos o realización de pruebas diagnósticas. Por esa razón, si los médicos deciden no cumplir esos objetivos podría provocarse un colapso del sistema sanitario y el incumplimiento del compromiso del Servicio Andaluz de Salud de dar una cita con especialista.
El Sindicato Médico Andaluz explicó ayer a ABC que los facultativos se están negando a firmar objetivos para 2012 «porque no se sienten comprometidos con la dirección de sus centros, es una forma de romper vínculos. Los médicos se sienten traicionados y maltratados». El Sindicato Médico rechazó ayer que la negativa de los facultativos a firmar esos objetivos vaya a afectar a la calidad asistencial.
Por otra parte, el Sindicato de Enfermería (Satse) de Andalucía ha denunciado la «improvisación» del Gobierno andaluz en la aplicación del plan de recortes, «tal y como quedó en evidencia» en una reunión este pasado lunes de la Mesa Sectorial de Sanidad, que contó con la presencia de la consejera de Salud, María Jesús Montero, toda vez que ha vaticinado que la aplicación de los recortes que contemplan este plan generará «conflictos» en su aplicación.
Al mediodía de ayer se levantó el encierro de 24 horas, «a modo de vigilia», que delegados sindicales de Satse, de las federaciones Faspi y USAE, así como profesionales médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y técnicos del ramo mantenían desde las 12,00 horas del pasado lunes en 14 hospitales de la comunidad. A su término, Satse informó en una nota que este encierro ha contado con el respaldo de profesionales y usuarios «plasmado en más de 11.000 firmas recogidas contra los recortes en Sanidad». Por ello, lamentó la «actitud» de Montero, que, «lejos de aclarar dudas», ha generado «nuevas incógnitas dejando en evidencia la incoherencia de un plan que afectará gravemente al Sistema Sanitario Público andaluz».
En la misma línea, este sindicato ha reprochado que, «una vez más», la reunión de la Mesa Sectorial «corroboró la sospecha inicial de que todo el supuesto esfuerzo negociador de la Junta no era otra cosa que un vano intento de desarticular la contestación de los trabajadores públicos a un plan de recortes que, al reducir drásticamente el nivel de empleo entre el personal sanitario, y recortarle de forma brutal los salarios, llevará a una pérdida de calidad tangible para cualquier ciudadano que precise de atención sanitaria».
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